lunes, 27 de octubre de 2008

Institucional

Proyecto de Investigación “Comunicación y Juventud: representaciones de la muerte”

Sobre el Observatorio

El Observatorio de Jóvenes, Comunicación y Medios intenta responder a la necesidad de generar un espacio de articulación entre las prácticas vinculadas a las actividades de extensión, a las de políticas públicas, y a aquellas otras prácticas referidas a la investigación. Muchas de las propuestas que tienden a la intervención, intentando promover el desarrollo social y mejorar la calidad de vida de los diferentes jóvenes de Argentina suelen carecer de un diagnóstico claro y concreto acerca de las demandas de los destinatarios de las mismas, lo que impide sostener en el tiempo el trabajo realizado (en el caso de las primeras), o bien, en otras tantas oportunidades son interesantísimas investigaciones las que resultan “letra muerta” al no hallar espacios que permitan accionar sobre las necesidades detectadas en el campo de trabajo.
Es en este sentido que el Observatorio pretende constituirse en un espacio que permita integrar actividades como las de extensión e investigación, ya que al momento de pensar a los jóvenes desde una mirada holística resulta de suma importancia abarcar ambos frentes. De esta manera, desde aquí nos proponemos mirar a los jóvenes (reflexionar sobre sus prácticas y promover líneas de acción que tiendan a potenciar y mejorar su calidad de vida) a través de los medios, como así también de la sistematización de los trabajos de investigación, de las propuestas de extensión, de las gestiones llevadas a cabo por las diversas políticas públicas estatales y las organizaciones barriales.
la hora de referirnos a los jóvenes lo estamos haciendo desde la perspectiva que no se restringe a las franjas etáreas que suelen caracterizarlos. Pensar al joven como un sujeto dinámico, en continuo movimiento, como un actor-constructor de escenarios y discursos sociales, es hablar de juventud comprendiendo que aludimos a una construcción epocal, que nos permite poner en juego las múltiples dimensiones desde donde se constituye y desde donde podemos abordar a los jóvenes.
Entendemos que la juventud es el lugar de visibilización de lo que acontece y de las crisis sociales. Los jóvenes1 se han instituido como objeto de estudio dentro del campo de la comunicación social desde la década del ’80 en adelante, fundamentalmente desde la perspectiva de la comunicación/cultura. Fueron construidos como actores visibles en el campo cultural/político, en tanto productores de escenarios y discursos sociales. Desde ese momento hasta la actualidad, se vienen incrementando las propuestas, programas y proyectos destinados a este sector de la sociedad, tanto desde el sector público como el privado.
Debemos tener en cuanta que la juventud no puede pensarse como un todo homogéneo, sino que es posible hablar de diferentes jóvenes de acuerdo a la “carga” socio cultural de la categoría etaria; y muchos menos polarizar en un par de opuestos las formas de ser joven.
De esta manera, pueden clasificarse en diferentes modos de ser joven, ello depende de las circunstancias sociales y culturales que condicionan a los sujetos posibles de definir a partir de esta categoría. Así, sobre una moratoria vital se encuentra la social, condicionando estos diferentes modos de juventud en relación a las características de clase, el lugar que se habita, la generación a la que se pertenece, los comportamientos, las referencias identitarias, los lenguajes y las formas de sociabilidad. Sin embargo, por sobre estas diversas maneras de ser joven que se reconocen existe lo que llamamos generación: “los diferentes jóvenes comparten una misma marca epocal, están expuestos a unos mismos hechos históricos, aunque vividos de maneras diferenciales”.

Contexto
La Argentina contemporánea es una sociedad con importantes indicadores de exclusión social. En la actualidad, debido a procesos del todo complejos y de distintos signos nuestra sociedad aparece claramente desintegrada, polarizada; en cada uno de los extremos es posible leer a la vez condiciones de fragmentación y segmentación. El miedo al otro, producto de estos procesos, va generando modos de representación donde la desconfianza en la interacción ocupa un lugar central.
Estamos ante un orden social jerarquizado que construye nuevas formas de segregación socio espacial y cultural que se van sedimentando sobre los existentes y consolidándose en la vida cotidiana. Y es así como la sedimentación de la discriminación comienza a naturalizarse en las prácticas cotidianas en cada uno de los actores colectivos de la sociedad; especialmente en los jóvenes que ingresan a la vida pública bajo este orden: el de unas barreras que dividen y excluyen.
Los jóvenes, hoy, conviven con y se desarrollan en un mundo social adultocentrista, fragmentado, desigual, donde las instituciones reproducen la segregación. Esta “verdad” sobre la existencia de un mundo para unos y no para todos, de un mundo al que sólo acceden algunos y otros quedan afuera, expulsados, es una clara señal de la vulnerabilidad en la que éstos se hallan inmersos.
Es ésta la marca epocal que comparten los jóvenes argentinos, caracterizada por un amplio conjunto de transformaciones. Estos jóvenes nacieron en la modernidad tardía de occidente y su experiencia de vulnerabilidad e incertidumbre está relacionada a los procesos de exclusión y desciudadanización. Crecieron en medio de la experiencia de la crisis, y viven en un contexto histórico marcado por la ruptura y la sensación de dificultad para pensar el futuro por la ausencia de certezas, y también por la ausencia de entusiasmo en la posibilidad de alternativas.
Es así que los jóvenes en la sociedad actual constituyen uno de los sectores más vulnerables de la población: a los efectos de la desinstitucionalización se le suma la desestructuración del mercado de trabajo. El impacto de las políticas neoliberales, la globalización y la privatización incidieron en el deterioro de su calidad de vida: muchos de ellos viven bajo la línea de pobreza y, a la falta de calificación laboral se le agrega la ausencia de oportunidades educativas. No es menor prestar atención al hecho de que los que hoy son jóvenes en la Argentina comenzaron a socializarse con el fin del menemismo, con la crisis del 2001, con lo que quedó después del estallido.
Cabe destacar que actualmente América Latina cuanta con la más alta población de jóvenes en su historia, con lo que se torna aún más necesario pensar a estos actores desde espacios de inclusión, de participación y de contención, desde donde les resulte posible expresarse con voz propia, donde adquieran un sitio protagónico en el diseño de proyectos, en el proceso de promoción del desarrollo social y mejoramiento de sus calidades de vida.

El Observatorio

Misión
Consolidar la articulación entre las actividades de extensión, gestión e investigación promoviendo el conocimiento crítico e interdisciplinario, la reflexión, el debate, la promoción del desarrollo social de los jóvenes a través de programas y proyectos tendientes a la concreción de políticas de intervención.

Visión
El Observatorio de Jóvenes, Comunicación y Medios será un espacio de trabajo integral en torno a las prácticas y a las demandas juveniles de Argentina. Desde aquí se propiciará la participación de diversos actores sociales como los mismos jóvenes, las organizaciones barriales y estatales, y las actividades de extensión y de investigación universitarias. Se garantizará el trabajo conjunto y la promoción de redes de cooperación en torno a la temática de origen.

Objetivos

General
Promover un espacio de encuentro y articulación entre las actividades de extensión, gestión e investigación, de manera que las prácticas y problemáticas juveniles en Argentina puedan ser abordadas desde una mirada integral.

Específicos
Contar con una base de datos actualizada y permanente, y con un observatorio de medios en relación al tratamiento discursivo de las temáticas de juventud.

Diseñar y llevar adelante proyectos de investigación en torno a las prácticas juveniles.

Detectar y diagnosticar las problemáticas y las demandas de los jóvenes.

Formular planes de acción conjuntos dando respuesta a las demandas juveniles en el marco de propuestas de programas y proyectos.

Dar a conocer en diversas publicaciones las producciones teóricas y prácticas realizadas en el marco del Observatorio.

Áreas de trabajo
Para el cumplimiento de los objetivos y el funcionamiento ordenado del Observatorio se establecen las siguientes áreas, sólo de modo operativo, ya que como se explicita anteriormente, se trabajará de manera integral.

Programas y Proyectos
Seguimiento de medios
Base de datos estadísticos
Grupos de Investigación
Publicaciones